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27-5-2015|20:30|Lesa Humanidad Nacionales
La megacausa La Perla, el proceso de lesa más grande fuera de Buenos Aires

“Dalila y Oscar fueron asesinados por nosotros, la bebé es inocente”

Con ese cartel, firmado de manera falsa por Montoneros, los represores cordobeses dejaron a Julia Dalila Delgado Bessio en la puerta de la casa de sus abuelos. Había nacido en el Hospital Militar. Su madre había estado secuestrada en La Perla. Su padre había pasado por ese centro, pero luego lo trasladaron a la ESMA. Los dos están desaparecidos.

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Por: Infojus Noticias

A Dalila Matilde Bessio la secuestraron en la peatonal  de Córdoba, en 1977, a los ojos de todos los que pasaban por allí. Estaba embaraza de siete meses. Ninguno de ellos se sorprendió por cómo la empujaron hacia dentro de una camioneta. Los militares se la llevaron junto a su marido, Oscar Vicente Delgado, pero luego les cambiaron el destino de cautiverio. Dalila fue a La Perla y allí permaneció incomunicada. A Oscar, de La Perla lo trasladaron a la ESMA. Ambos están desaparecidos. A los dos meses de detención, Dalila dio a luz. Julia Dalila Delgado Bessio nació en el Hospital Militar, pero no fue apropiada por los represores. La dejaron en la casa de su abuelo con un documento firmado falsamente por la organización Montoneros. “Dalila y Oscar fueron asesinados por nosotros. La bebé es inocente”, decía.

El testimonio de Julia sucedió en la audiencia 228 del megajuicio La Perla. Su caso revela una experiencia singular entre las historias de los hijos víctimas del terrorismo de Estado. “Sé que mis padres se conocieron en la facultad de Antropología. Mi papá comenzó a militar desde muy joven, en las FARC y luego en Montoneros. Mi mamá se incorporó después. Se casaron en junio de 1974. Primero militaron en Rosario y luego recorrieron otras provincias y finalmente llegaron a Córdoba”, reconstruyó Julia, de 37 años, ante el tribunal.

Sus abuelos paternos, que vivían en Rosario, recibieron un telegrama de la familia Ledesma, vecinos de los padres. Allí les dijeron que vieron cómo los militares habían allanado el barrio: como no encontraron a la pareja, les desvalijaron la casa. Días después, los emboscaron en la peatonal. Era abril de 1977.

Los padres vivían en la Falda y ese día habían ido a hacer un trámite a la capital cordobesa. Julia dio un dato revelador: el de un médico que se paseaba por la maternidad del Hospital Militar y otros centros clandestinos. Sin titubear, dijo: “El doctor Abramovich iba a La Perla y veía a las embarazadas. Al momento de dar a luz, mi papá no estaba con ella. De mi mamá después no se supo más nada. A mí tampoco me regresan a La Perla. Lo sé porque la sobreviviente Teresa Celia Meschiatti  me dijo que si hubiera habido un bebé lo hubieran escuchado”.

Su tío Horacio declaró hace unos años en la megacausa ESMA. Contó que, después que desaparecieran Dalila y Oscar, otro tío que vivía con su abuela materna lo llamó con cierta desesperación. Dijo que en la puerta le habían dejado una criatura con una carta que decía que era Julia Dalila. “Le dije que guardara la carta, que salía urgente en avión. Mi tío no sabía que militaban, pero yo sí. Después fui a explicarles a mis padres lo que estaba pasando”. Horacio adoptó a Julia como su hija y le dio el apellido. Ella, de grande, decidió agregarse el apellido materno: Julia Dalila Delgado Bessio.

"Pasaron los años y después de 1983, cuando se empiezan a conocer las primeras listas de desaparecidos, y estando de vacaciones en Villa Gesell, Página 12 anunció que iban a empezar a publicar la lista de detenidos en La Perla. Como estaban en Córdoba, pensábamos que fueron ahí y en esa lista aparecieron ellos", contó Horacio. La familia supo que Dalila estuvo en cautiverio en La Perla. Que Oscar fue llevado desde La Perla a la ESMA, regresado a La Perla y luego no se supo más.

A la hora de explicar la carta falsa de los militares, Dalila dijo que “según ese papel nací el 4 de junio, y aparecí en lo de mi abuela el 21 de ese mes, que coincide con la fecha de parto que tenía mi mama”. En las últimas palabras, habló de  las consecuencias de haber perdido a sus padres. Dijo que fue un “daño irreparable” aunque en la búsqueda de su identidad, ponderó el juicio: “Si estoy acá después de 38 años, es porque en Argentina se siente que hay  justicia. Y eso es histórico”.

El plan de exterminio en Córdoba

La megacausa por La Perla es el proceso más grande por delitos de lesa humanidad fuera de Buenos Aires. El juicio empezó a fines de 2012, y comprende 25 causas, 716 víctimas y 54 imputados. Reúne más de 20 expedientes y la acumulación responde a un denominador común: el paso de los detenidos por el centro clandestino de detención La Perla, uno de los más grandes del país, aunque también hay casos de otros centros, como Campo de la Ribera, Departamento de Informaciones de la Policía -D2 en sus sucesivas sedes-, Casa de Hidráulica y Puesto Caminero de la localidad de Pilar.

Para el fiscal Facundo Trotta, la megacausa se llama así por su dimensión en términos de víctimas, testigos y querellas, “pero también su magnitud refiere al peso simbólico que conlleva juzgar el modelo represivo implantado en Córdoba. Los represores cortaron un proceso revolucionario que se inició en los ´60, una alianza obrero- estudiantil que tuvo su cénit en el Cordobazo, y que fue arrancada de cuajo. La Perla es la exhibición del plan del exterminio y de cómo operó el terrorismo en la sociedad”.

El primer proceso por delitos de lesa humanidad en Córdoba fue en 2008. Éste es el quinto juicio, y el más importante por la cantidad de víctimas y de hechos. Se estima que a fin de año podría estar la sentencia.

JMM/RA

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